Tomás Urmeneta – Promoción IV (1962)


“Pues sí, eran otros tiempos, las cosas eran de otra manera, y nevaba más.”

“Un adulto, y más si era un profesor, era una autoridad competente incuestionable.”

“Nos  desollábamos los codos y las rodillas en el patio, y se nos hacían postillas.”

“La moda era tan rígida que  llevábamos muchas veces  pantalón corto, todo el año.”

En primer lugar, cuéntanos un poco a qué te dedicas en la actualidad, cuál ha sido tu trayectoria vital y profesional desde que saliste del colegio.
Actualmente, me dedico a vivir, como todos, con la mayor armonía posible entre todo lo que nos rodea, familia, amigos, sociedad, trabajo y planeta, cosa difícil.  Trabajo como arquitecto, y para Larraona entre otros.

Trayectoria; esto suena a proyectil, disparo de bala. Mejor diré que vamos recorriendo etapas y si se puede, corrigiendo la trayectoria cuando ves que no va hacia la diana. Desde joven ya en el colegio, tenía novia, sí novia, y nos casamos cuando terminamos la carrera, un clásico. Ella también es arquitecto.

Para ir al colegio había autobús y conocíamos al conductor, José Luis. El día de nuestro cumpleaños algunas veces le regalábamos un puro y llevábamos unos caramelos a la clase. Me quedaba a comer, y por la tarde casi siempre volvía andando ya que jugaba a baloncesto. Volvíamos varios juntos hablando, casi todos vivíamos en “Pamplona”, lo que ahora se llama el centro. Los de mi promoción hicimos el C.O.U. en Ursulinas, y era la primera vez que tanto nosotros como las chicas de Ursulinas compartíamos clase, y fue muy……  enriquecedor.

Ahora anécdota interesante. Yo no estaba, pero Paloma, mi mujer me lo contó un tanto alterada. Fue cuando   estudiaban nuestros tres hijos en el colegio Larraona. El mediano en una ceremonia religiosa además de reunión abierta a padres, salían los niños a hacer las peticiones y todos, perfectamente adiestrados hacían peticiones a lo Míster y Miss,por la  paz en el mundo, por el hambre, por los necesitados….”   Que está muy bien. Y nuestro hijo pidió “para que mi papá no riña con mi mamá”. Tensión en la sala, rumores, quien es la madre y el padre de este niño…

No entendíamos por qué había hecho esta petición, y hablando con él, nos decía que a la noche oía que le decía a mama “la viga tiene que ser plana y hay que terminar como sea“. Viga, elemento de la estructura de un edificio que está en el techo y que se llama plana cuando no sobresale de este). Eran momentos de trabajo intenso, con algo de estrés. Paloma calculaba las estructuras y hablábamos con intensidad del trabajo, una vez acostados los hijos, y no éramos conscientes de cómo interpretaban lo que oía.

Así que cuidado, si trabajáis los dos en lo mismo asunto y sino, también. Es cuando se tienen los hijos, te estás situado profesionalmente, y todo es urgente. Hubo que intentar corregir la trayectoria. Por cierto, que al niño le pregunto la tutora, para ver si podía haber un problema en su casa, cosa que nos pareció muy bien, y que ejemplifica que se está alerta.

Al ser hijo del Arquitecto del colegio igual nos puedes contar algo de cuando se construyó el edificio.  ¿Y de las obras posteriores? ¿qué tal ha ido adaptándose el colegio Larraona?
No puedo contar nada de cuando se construyó, pero sí que cuando entré al colegio, si no recuerdo mal era el año 1971, estaba en la nada. Para volver se preguntaba “si vas a Pamplona”. Esto lo podéis ver en las fotos aéreas de la zona. Estaba claro que los chicos que íbamos no éramos vecinos del barrio. Sin embargo, ahora es un emplazamiento estratégico.

La construcción de la variante desde la ventana de la clase era una de nuestras distracciones y de la prueba de carga del puente sobre la bajada del Fuente del Hierro, y me acuerdo de que consistía en llenarlo de camiones.

La adaptación del colegio se va produciendo de manera natural. El conjunto va dando respuesta a las nuevas necesidades, con la reasignación de usos a los distintos espacios. Las actuaciones más significativas, además de las reformas internas, han sido el polideportivo del año 2004, y las aulas de 2 años. Estos próximos años son importantes, tanto por la estabilidad y continuidad del modelo educativo, como por las nuevas tendencias en la formación, que pedirá adaptar funcionalmente el edificio además de renovar su imagen de aulas hacía talleres modulares abiertos, donde compartir experiencias. La edificación y la parcela tienen sobrada capacidad, y la dirección del centro y equipo directivo también.

Selección navarra infantil temporada 1974/1975, entrenada por Cacho González

Tirando de memoria… ¿En qué año entraste al colegio? ¿Cómo viviste aquellos primeros años? ¿Y de los cursos de BUP? ¿Qué huella te han dejado? Practicaste baloncesto, viviste los inicios con el Padre Pinedo…
Entré en el año 1971 como ya he comentado. Y todos éramos nuevos, así que no recuerdo problemas en hacer amigos, y ya el baloncesto en el año 1972 pasó ser para mí una actividad importante. El Hermano Pinedo, orientó a este deporte a un grupo numeroso de chicos entre los cuales estaba yo. Se creó algo ilusionante y entrenábamos y jugábamos al aire libre hiciera el tiempo que hiciera. Considero el deporte como un magnifico instrumento en la socialización y formación de las personas. Y en Larraona he visto, y sé, que prima este objetivo frente al meramente competitivo.

La selección infantil del año 197474/75 tenía al menos 5 jugadores de Larraona. Soy el tercero por la derecha de la fila de arriba. De la foto me acuerdo de Álvaro Peña, que murió en un accidente de moto (segundo por la izquierda, abajo) y a su derecha Borja Arístegui. Paco Guerrero, a mi derecha; le sigue Ángel Herce, y debajo de mí, agachado, Miguel Etxeondo.

Aquí como entrenador de un equipo de la Larraona cuando también era jugador. No recuerdo que años tenía ¿quizá 16? Parece que ganamos algo, la foto permite ver el “incomparable marco en el que se desarrolló la competición” como decían los cronistas de la época. Creo recordar alguno de los nombres de los chicos, si me equivoco que me perdonen: Guerrero, Recalde, Echarri, Leoz, Elso.

Tomás Urmeneta con 16 años como entrenador de un equipo de baloncesto

De la educación y formación de valores que recibiste en el colegio, ¿hay algo que conserves hoy día en tu “mochila” personal?
No usábamos mochila, llevábamos un bolso de bandolera de escay (mala imitación de piel en plástico) con los aros olímpicos Múnich 72 o Montreal 76.  Y de la mochila no conservo nada porque lo que fuere que recibí “esta consumido y metabolizado” y pasa a ser parte de uno, entiendo que eso es la formación y la educación. Creo que no hay diferencias a resaltar entre los valores del proyecto educativo de los centros concertados cristianos. Considero que ha sido y es un centro integrador de diversas formas de pensar, y que se educa en libertad. Lo hacen tan bien o tan mal, según se mire, que sus exalumnos llegan a ser muy críticos con el propio centro y el sistema.

Quizá las circunstancias como colegio nuevo frente a los clásicos que estaban en Pamplona de chicos Jesuitas, Maristas, Escolapios, y en las fechas que se abrió ayudo a esto.

¿Hay algún profesor que recuerdes especialmente? ¿Lo has vuelto a ver después de tu salida? ¿Qué le dirías?
A los profesores claretianos los recuerdo y a algunos los veo por motivo de trabajo. Pagola, Barrenechea, Oset, Rodríguez Valencia, Najarro, Víctor.

Y tengo que mencionar de manera singular a Félix Zubiria, Claretiano, que fue profesor de física y que nos casó; gran seguidor del baloncesto de Larraona. Carmen Lanfus, profesora de ciencias, que le llamé cuando iba a hacer el fin de carrera para preparar el programa del tema que había elegido, que fue un instituto botánico de investigación y divulgación. De todos ellos tengo un buen recuerdo

¿Mantienes contacto con tus compañeros de clase? ¿Sigues ligado al colegio en la actualidad? ¿De qué manera?
Mantengo contacto esporádicamente, solo con algunos. Con dos que también son arquitectos compañeros de profesión, Carlos Rebollo y Pedro José Vidaurre, por motivos de amistad y trabajo. Con otros he coincidido en temas de nuestros hijos cuando estaban en edad escolar.

Con Misioneros Claretianos y el colegio mantengo una relación continuada profesional, además de la afectiva, juego con un equipo de veteranos de baloncesto, y he entrenado a equipos del colegio, cuando mis hijos estaban en el colegio, y también después.

¿Conoces la actividad de la Asociación de Antiguos Alumnos? ¿Has podido visitar nuestra página web? ¿Tienes alguna propuesta o sugerencia?
Conozco muy poco la actividad de la Asociación. Con motivo de esta entrevista acabo de visitar la página y para mí es difícil aportar algo de interés, estas cosas tienen sus especialistas.  Únicamente uso internet para acceder a información técnica que preciso para mi trabajo.

En octubre de 2020 celebraremos los 50 años de vida del colegio. ¿Te gustaría venir a la comida de antiguos alumnos?
Si me invitáis claro que iré. Incluso pagaré mi cubierto. Pero me temo que será difícil despertar un interés intergeneracional. Es decir que podamos hablar entre distintas promociones sin pensar (quien será y, a que viene este… que se nos presenta). Quizá ese puede ser un objetivo interesante de la Asociación y la celebración.  Entiendo que lo primero es saludar y ver a tus compañeros de promoción, pero puede ser compatible incluso antes de llegar a la sobremesa.

Manda si quieres un mensaje a tus antiguos compañeros, que seguro que leerán esta entrevista:
Me parece que recibimos demasiados mensajes y muchos están pensados para que llegue lo que llevan implícito.

Así que uno claro y directo:   Salud y saludos para todos.